El turismo crece y sobre todo el turismo interior, a pesar de la eterna crisis. Según datos de la Junta de Castilla y León, en esta comunidad el turismo ha crecido en un 44,08 % en 2018. No solamente nos visitan turistas españoles sino, según esta misma fuente, casi 2 millones de turistas extranjeros han visitado nuestras ciudades, pueblos y parajes naturales a lo largo de 2018 y en este año no ha parado de crecer.
En este contexto de optimismo y crecimiento, tanto las autoridades como los establecimientos privados, grandes y pequeños, hablan de mejorar la competitividad del sector, de desarrollar más herramientas para conseguir la excelencia, de posicionar el destino en el extranjero. El futuro nos sonríe a todos.
Ahora bien, salgamos por un momento de las cifras y de la burocracia y vayamos a lo práctico: ¿atendemos bien al turista extranjero? ¿Cuántos ejemplos tenemos aún de establecimientos que ofrecen su menú en un inglés macarrónico? ¿Cuántos museos y espacios públicos aún sigue habiendo con unos audiovisuales estupendamente montados, unos carteles explicativos fantásticos pero… ¡el inglés brilla por su ausencia! Y no hablemos de otras lenguas como alemán, francés o portugués. También hay que tener en cuenta a los visitantes extranjeros que no hablen inglés.
Existimos los traductores profesionales. Somos personas con una formación universitaria y preparadas para escribir sus menús, sus carteles, sus anuncios y cualquier comunicación que desee hacer a su cliente extranjero.
No cometan el error de pasar sus textos por algún programa de traducción automática porque le puede hacer una mala jugada. Tenemos una colección de ejemplos de textos publicados en menús, páginas web y carteles con unos diseños a la última y en los que se ha invertido mucho dinero pero que desgraciadamente están llenos de errores.
La comunicación es muy importante y comunicar bien es bastante más complicado de lo que a primera vista parece. Comunicar en una lengua extranjera es doblemente difícil.
Por esta razón, publicar un texto en una lengua que no es la suya propia, supone acudir a profesionales, tal y como lo hacen para diseñar la web o para instalar los sanitarios de su establecimiento.
Una buena traducción es fundamental, sencillamente, para que un turista extranjero se marche con una sonrisa, que no sea provocada por los errores en la lengua. Algunas frases les provocarán hasta carcajadas como “the white wines of Wheel”. A mí me causa una profunda tristeza, hasta me hace llorar. O mejor me tomo un buen vino de Rueda. Una de las maravillas que tenemos en nuestra Comunidad.